11 may 2011

A su recuerdo...


Mi eterna debilidad:

Le escribo desde mi sitio vacío, le escribo desde este rinconcito… donde usted y yo desarmábamos la vida, este rinconcito donde las horas eran segundos, y usted hacía que la tempestad fuese una simple brisa.

Le escribo, porque ha pasado un año desde nuestro primer quiebre, porque ha pasado un año desde que tomé mis maletas, mis cuadernos, mis libros, mis sueños y metas… y me retire de su ruta, pensando que olvidar sería fácil, pensando que la juerga y los amigos iban a suplir ese inmenso amor que usted, solo usted Sr. De pasos ligeros, me daba.

No sé qué pasa con mi vida hoy en día, le cuento que todo va bien, Dios ha sido bueno conmigo y me ha permitido tener la mayoría de las cosas que he planeado, estoy a punto de terminar mi carrera, mi familia ya no pesa en los hombros… los amigos abundan y ayudan a la soledad… pero, siempre hay algo que falta…
En mi presente… faltan esas noches de frío en que usted me abrazaba, esas noches dulzonas viendo películas románticas, esas noches infinitas llenas de caricias que golpeaban mi cuerpo entre pasión y ternura.

Sabe…? Lo extraño, aunque usted piense que es una nueva jugarreta, de la pequeña que acompaño sus noches por casi 4 años… lo extraño porque nadie ha sabido reemplazar sus atenciones, que en algún momento no supe valorar… hoy lo extraño y me siento culpable por haberle causado tanto daño… por haberle pintado el mundo de color rosa, por haberle prometido una familia, hijos y estabilidad… lo extraño en mis noches de calor y frio… lo extraño en mis días de risas y mis días de soledad…

Sabe…? Usted dejo un vacío muy grande, un vacío que no se si alguien llegue a llenar… no sé que pase conmigo en el futuro, no sé si lo que sentí por usted era un amor verdadero, o estoy sobredimensionando por no saber exactamente lo que es amar… no sé si estas líneas, sean para disculparme, para recordarle o aliviar mi soledad… lo único claro y preciso, es que como usted aún no conozco a nadie más…

En estos últimos meses, he pensado muchas veces, si es que sería bueno ir corriendo hasta su casa, si es que sería la mejor decisión pedirle perdón y rogarle porque vuelva a mi vida, sé perfectamente que usted no es un juguete, sé perfectamente que lo más seguro es que cuando piense en mí, se le retuerza el alma de odio y desolación… créame…me arrepiento.

En este momento no pido porque vuelva conmigo, en este momento me conformaría con verle de lejos, quizás cruzar una mirada, darme cuenta que está vivo, y que sigue con su vida a pesar de mi partida… lo ideal sería verle acompañado, de alguien que quizás llene mejor los espacios que yo, una mujer de verdad y no esta niña destacada entre comillas.

Quizás usted era mucho para mí, o quizás mi juventud no supo valorar, su madurez, su amor… y sus caricias.


Tears.-